Hay que ver lo mala que es la envidia.
Me encantaría no tener que incluirme en el post, pero es verdad, no nos gusta que sean mejores que nosotros, no nos gusta que tengan más, que se les dé mejor, que mejoren más rápido, que entrenen en mejores condiciones...etc.
No nos gusta y cuando no nos gusta aparece ese gusanillo verde llamado envidia.
Y el problema no es la envidia, porque la envidia puede ser muy buena y ayudarnos a mejorar, a superarnos, a esforzarnos más... El problema es que no siempre nuestras envidias son sanas.
Estoy hablando de esa envidia verde y retorcida que aparece en especial en el deporte y nos impulsa a ser seres quejicas, retorcidos y lo peor de todo CRITICONES.
"Se ha puesto muy fuerte, muy rápido, que sospechoso"
"Como corre más rápido se cree especial".
"Se ha recuperado muy rápido de la lesión, uyy magia"
"Será muy bueno/a, pero es un creído/a"
"Uff claro es que con ese material, así cualquiera!"
"Si yo tuviera más tiempo también sería así"
Entiendo que lo fácil es dejarse llevar por la envidia, y criticar, porque somos humanos, porque me ha pasado, porque además es lo que la sociedad nos impulsa a hacer...PERO... Así nos hacemos un flaco favor.
La envidia puede hacer mucho daño a quien la sufre y al causante. A quien la sufre porque se excusa en ella y a quien la provoca porque puede sufrir los rumores.
Los falsos rumores creados por envidiosos pueden hundir carreras deportivas, desmotivar e incluso crear depresiones.
POR FAVOR, y me incluyo yo también, cuando surja la envidia centrémonos en redirigirla hacia la mejora, no juzguemos sin saber, no intentemos restarle valor a los méritos de los demás.
Centrémonos en mejorar nosotros, en estar orgullosos de nuestro méritos y logros. Que en ningún momento podamos decir... NO HICE LO SUFICIENTE.
Nuestras victorias siempre serán nuestras, porque lo importante cuando ganas no es a quién has ganado sino que has conseguido TÚ, con tus esfuerzos y tu dedicación.
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