Esta semana voy a hablar de un tema que seguramente sólo le interese a mis lectoras femeninas, aunque si sois hombres os aliento a seguir leyendo. Antes de empezar debería advertir de que voy a ser muy clara y hasta haya quien piense que escatologica, así que voy al lío.
A pesar de que existe una leyenda urbana de que a las mujeres deportistas se nos cae el útero e incluso los ovarios, esto se queda en eso... en una mera leyenda. Es más a mi amiga la regla la da igual que me vaya de viaje, me toque correr una media maratón (he corrido dos con regla), tenga una competición (lo cual para el pesaje es una m...porque retengo líquidos), que tenga una carrera de obstáculos o que tenga una semana durísima por delante, ella va a bajar igual a hacerme una visita de 7 días (porque tengo la "suerte" de que me dure una semana entera).
Superado el trauma inicial que es desangrarse 7 días al mes mensualmente, ¿cómo seguir con tu día a día de manera normal? ¿y el punto clave de hoy como hacerlo entrenando y compitiendo?
Desde un primer momento descarté compresas, me parecen incómodas y la peor opción entrenando, yo sudo mucho cuando entreno y me sobra toda la ropa como para encima llevar una compresa pegada a la braga. Además, aviso a las que corren, es muy probable que con el sudor te salgan rozaduras.
Durante mucho tiempo utilicé tampones, pero les veía varios problemas:
- El primero es el precio, me parece que han subido a la parra con los precios y no me parece ni medio normal que por un producto, que en mi opinión es de primera necesidad, haya que pagar 5 euros mensualmente. Porque eso se convierte en 60 euros anuales y posiblemente más de 1800 euros en tu vida. Es decir un salario medio invertido en tampones, tacatá.
- Mi segundo problema y la razón real para el cambio es que a veces cuando hacía un esfuerzo muy grande los "paría". ¿Qué quiero decir con esto? En peso muerto sobre todo, a veces se me descolocaba el tampón hacia afuera un poco, tampoco mucho, pero lo suficiente para que me molestase. Lo cual hacía que tuviese que ir al baño y cambiarme, lo cual te manda la concentración del entrenamiento a la mierda.
Mi primer error fue comprarla en la farmacia, 30 euracos me clavaron, sinceramente en el Carrefour y online las tenéis por 10€, menos mal que dura dos años. Es rosita y muy mona y viene en su propio recipiente de plástico, es un circulo plano en el que se dobla la copa dentro, y puedes llevártela a todas partes.
Después de un año usándola, puedo deciros que:
- Hay que conocerse muy bien para usarla. Que quiero decir con esto, un tampón es un palito que entra solo y no tienes que recolocar. La copa es de silicona y hay que introducirla en la vagina con tu mano, y asegurarte de que está bien metida. Si la dejas demasiado fuera, aunque no molesta, no hace bien su función, y mancharás un poco. Breve cuña publicitaria, si todavía no conoces a tu vagina, estás tardando, como mujer me parece súper importante saber como funcionas, que te gusta y si todo funciona correctamente.
- No apto para mujeres que les dé asco la sangre. Sinceramente, me parece un atraso tenerle asco a tu propio cuerpo, pero es entendible que haya mujeres a las que les da "cosa" la sangre. Para ellas tampoco está pensada la copa menstrual ya que hay que vaciarla de sangre cada cierto tiempo.
- Es comodísima, y cuando digo esto me refiero nivel que hay veces que he tenido que mirar si la llevaba puesta o se me había olvidado.
- Se adapta 100% y no se mueve nada, pero nada entrenando. Y con eso digo que he hecho peso muerto sumo (osea peso muerto con las piernas abiertas) y sin problemas.
- Al no sobresalir ningún hilito, como en los tampones, no tienes que andar mirando que no se te vea nada. Ideal para natación.
- Puedes llevarla hasta 10 horas y puedes dormir con ella sin problemas.
Espero que os sirva este post.
Y....¡FELICES AGUJETAS!
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