lunes, 20 de junio de 2016

APASIONADOS

Buenos días, otro lunes, otro post, y esta vez toca personal,
No sé cómo ha sido vuestro finde pero el mío estuvo lleno de competiciones deportivas. Corrí el sábado (5 km) y el domingo (10 km), no estoy muy contenta con mis resultados, pero eso me da mucho margen de mejora para los siguientes meses Y UNA META A CRUZAR.
Cruzar una meta o alcanzar un objetivo es cuestión de segundos. Vas corriendo y  la ves acercarse poco o poco, miras tu reloj con esperanza o desesperación, haces de tripas corazón y le metes a las piernas una caña como si después de cruzar esa línea imaginaria (que no nos olvidemos que sólo está ahí porque la ha puesto la organización) no tuvieses que volver a caminar.
No sólo al correr, en la bici, nadando, levantando peso muerto, saltando más alto que nunca, consiguiendo subir la cuerda, logrando tu primera dominada... ahí están todas esas metas deportivas que te marcas tú y sólo tú y como deportistas nos dan la vida.

Porque en el momento de cruzar esa línea se te olvidan todos esos momentos duros que has pasado para cruzarla, la tuya, tu meta. 
Pero, han estado ahí, los has vividos en tus carnes... Los andares de pingüino por agujetas, las manos doloridas por los cayos (mis manos de princesa son muy top), los entrenamientos fallidos, las noches en las que te recoges antes o incluso no vas a quedadas con tus amigos, los esfuerzos por no comerte un segundo helado, los madrugones... 
Cruzar esa línea que te has auto establecido es especial, lloros (la que os escribe es muy llorona para esta cosas), saltos de alegría, agradecimiento, adrenalina... Seguramente ni logres un premio o te subas a un podium (aunque seamos sinceros la sensación de subirse a un podium es indescriptible), puede ser una victoria sonada o una victoria personal (en un huequito de tu gimnasio sin que nadie te vea), da igual porque es...TU VICTORIA!!!!!

Y ahora viene la parte más bonita, buscas a los tuyos (da igual quiénes sean, amigos, familia, pareja...) y no puedes esperar para competirlo, estás sudado y cansado pero sus abrazos y enhorabuenas saben a gloria. Porque lograr tus metas sabe mejor si puedes compartirlo.
El domingo en el triatlón Skoda Series en el que compitió gente de mi equipo, justo antes de cruzar meta no pude evitar emocionarme al ver a una niña corriendo hacia su padre gritando ¡¡Papá cruzo contigo!! Y como él, orgulloso y feliz, cruzaba la meta de su mano (pequeña confesión espero ser yo algún día así).

Detrás de cada meta hay una historia, un camino recorrido. Los hay de todo tipo: superar una enfermedad, hacerlo por alguien que no puede, abandonar una vida sedentaria, demostrarte que sí puedes, una apuesta... No hay motivo pequeño, ni camino fácil y eso es lo que hace el cruzar tu línea tan apasionante.

Entonces viene la segunda parte, la búsqueda una nueva meta a cruzar, un nuevo objetivo, vuelta a empezar y reajustar... Porque nos gusta estar en construcción, porque nos llena luchar por algo que nos importa, nos apasiona el sentirnos realizados. Y nada te llena más que conseguir algo que ha llevado tiempo y dedicación.

"Solo aquellos que arriesgan yendo muy lejos pueden encontrar lo lejos que pueden llegar" (T.S Elliot).
"El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de los sueños". (E. Roosevelt).

Así que no desesperes y no te des por vencido, merece la pena y si no tienes una meta, a ¿qué esperas para establecerla?
Disfrutad de la semana y.... FELICES AGUJETAS!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario