martes, 9 de agosto de 2016

El paleo para los paleolíticos

Buenos días esta semana he hecho un experimento.
En el crossfit siempre están hablando de lo buena y sana que es la dieta paleo y yo llena de curiosidad me he decidido a probarla, con la dificultad añadida de no comprar nada extra de lo que había en la nevera de mi casa.
Para los que no sepáis lo que es la dieta paleolítica (pinchar en el link), básicamente se trata de comer como harían los paleolíticos. Esto significa eliminar de nuestra dieta legumbres (noooo adiós cacahuetes), leche y derivados (se pueden comer yogures y kéfir) y harinas entre otros.
Se supone que los alimentos que se eliminan no estamos diseñados naturalmente ha tomarlos y dificultan la digestión. Al conseguir una mejora de la digestión se necesita menor producción de insulina y el cuerpo rinde mucho más. Es por esto que ha cogido tanta fama en los últimos años,
Con esta pequeña introducción me dispuse ha realizar un día entero de comida paleo (más no que me da algo sin cacahuetes) y que hay que ver lo complicadísimo que es seguirla al pie de la letra (ignoré completamente los consejos que me proponían cagar de cuclilla encima del váter para relajar completamente el músculo puborectoral que con lo patosa que soy igual me caigo dentro de la taza y vaya panorama).
Aquí os dejo mi crónica del día (la fui relatando en snapchat para hacerla así como más profesional):

  1. Desayuno: La comida más complicada con diferencia. ¿Cómo desayunas sin pan, sin galletas y sin leche?. En mi opinión un poco atraso, no sobreviviría así mucho tiempo, pero un día es un día. Desayuné plátano y sandía, un café con hielo (no leche de soja que es una legumbre, mi gozo en un pozo) y mis huevos a la plancha (dos claras una yema). La verdad es que no me quedé con hambre.
  2. Media mañana. Al parecer la máquina expendedora del trabajo no es paleo, por no ser no es casi ni sana, así que salí a un super y me compré unas avellanas, no estaban malas.
  3. Comida: Al llegar había menestra y salmón. Mi primera reacción fue positiva. Parecía cumplir correctamente todos los parámetros paleolíticos... ERROR!!! Ni, los guisantes ni las habas estaban permitidas. Así que me comí las judías verdes, la zanahoria y las coles de bruselas más el salmón a la plancha y una tajada de sandía. Una vez superada la crisis inicial sin problemas.
  4. Merienda: Me levanté de la siesta con un hambre terrible y con mucha hambre. Suelo merendar potente para luego rendir en el entrenamiento. Pero me quedé en blanco, ¿que comía más fruta? 0 ganas y necesitaba proteína y el pavo es fiambre y no está permitido. Al final cayó la merienda más rara del planeta tierra: una lata pequeña de atún, otro café con hielo y un yogurt natural. ¿Cómo no me sentó mal? Un misterio
  5. Cena: Con diferencia lo más fácil porque no tuve que cambiar nada. Ensalada de lechuga, caballa, tomate y pimientos. Ceno ligerito porque ceno tarde así que lo único que tuve que eliminar fue el queso fresco.
CONCLUSIÓN?? Que viva la dieta mediterránea!! Esto para los americanos adictos a la comida rápida estará muy bien.  Pero donde esté desayunar unas tostaditas con su aceite de oliva virgen que se quiten los paleolíticos. Sinceramente me parece más sencillo ser vegetariano (que no vegano) que seguir la dieta paleo. Y que mis cacahuetes por favor que no me los toquen. Esto teniendo en cuenta que yo tengo la facilidad de que como muy sano por la diabetes y en mi día a día normal no tomo casi azúcar.
Y tú?? Pro o contra dieta paleo??
Felices agujetas!!!!



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