Todos tenemos en la cabeza las expectativas que tenías cuando te apuntaste al gimnasio o empezaste a practicar un deporte (si no lo has hecho todavía sinceramente no sé a que esperas). Tener el culo en su sitio, ganar masa muscular, ser más rápido, estar más ágil...
Las conocías y esperabas que sucediesen ... pero nadie te advirtió de todas las cosas que pasaban cuando empiezas a llevar una vida más activa. Y no me refiero solo a nivel de físico, sino cosas que cambian en tu día a día sin darte cuenta.
- Se multiplican las lavadoras x2: Da igual el deporte que practiques en la mayoría de casos la ropa queda inservible (a nivel de limpieza) después de entrenar, así que en vez de poner lavadora de la ropa del día ahora la tienes que poner de la ropa del día y la de entrenar. Cuidadito con los fluorescentes que destiñen (gran error el mío al colar unos calcetines rosas fluorescentes en una lavadora de blancos).
- Tienes mucho más hambre: En realidad es lógico, que cuanto más calorías consumes moviéndote más hambre tienes ... pero no es JUSTO!!! Porque no estamos hablando de un hambre sutil... Nooooo estoy hablando de un hambre después de entrenar de no te acerques que te muerdo.
- Moratones sorpresa. No tienes ni idea de como han llegado hasta una zona del cuerpo que ni utilizas o porqué tienen formas tan curiosas pero están ahí y antes no. Digno de estudio por cuarto milenio, mis preciosas piernas son prueba de ello.
- Si eres chica... ya puedes irte despidiendo de tus tetas. Siento la mala noticia, pero si empiezas a hacer deporte tu índice de grasa corporal bajará y el pecho está formado de tejido adiposo (grasa) así que bye bye.
- Tendrás que ir de compras. Bien sea porque has subido de talla al aumentar la masa muscular o bien porque has bajado al perder peso pero la ropa no te quedará como antes, como consecuencia tendrás que renovar el armario. Tristemente sigo esperando una marca que haga unos pantalones de mi talla el combo de ser culona, jamona pero bajita y con la cintura estrecha no lo llevan muy bien.
- Vas a aprender idiomas. Da igual el deporte que practiques pero parece ser que el idioma del "fitness" es el inglés. Quién te iba a decir a ti que en un mes entrenando ibas a aprender más vocabulario que en dos años de academia y un verano de inmersión en Irlanda. Términos como snatch, crunch, mile, curl, swing, strike, dunk... Formarán parte de tu vida y aunque los pronunciemos con lengua de trapo sigue siendo inglés.
- Prepárate a caer dormido como un tronco. Tengo la teoría que si cae una bomba mientras duermo no me voy a enterar. Te levantas pronto a trabajar, estudiar...x, te pasas el día haciendo cosas y aún así en algún momento del día entrenas. Así que al llegar la noche pillas la cama como si llevaras sin verla siglos.
- El deporte se colará en tus conversaciones. La verdad que es una cosa que yo tengo que esforzarse más para controlar. Sinceramente a poca gente le importa mientras te tomas una cañas el hecho que corriendo a un umbral del esfuerzo del 80% tus pulsaciones no suban de 110. Que sí que estarás muy orgulloso y estás deseando compartirlo. Pero a ciertas horas y en ciertos círculos te dará aire pedante y cansino.
- Si lo haces bien tu calidad de vida aumenta. El deporte bien practicado (estoy excluyendo lesiones por sobresfuerzo, dietas obsesivas...etc) aumenta la calidad de vida. Vigilarás más lo que comes, todo te costará menos, el sexo será mejor, tendrás la mente más despejada...
Ánimo con la semana y.... FELICES AGUJETAS!!!!
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