lunes, 30 de enero de 2017

Why so serious??

Buenos días ,
No sé si ha sido por todos los accidentes de este mes o por el simple hecho de que estaba poco inspirada pero mis posts del mes de enero han sido muy serios. 
Pero eso se acaba hoy, esta semana me apetece contaros anécdotas divertidas que me han pasado haciendo deporte. Y así los nuevos lectores (que sois unos cuantos) podéis ver que no soy tan seria como muchas veces aparento.

Las siguientes historias son 100% reales y son culpa de mi patosidad y el imán que ejerzo hacia personajes raros. 
Solo os cuento unas pocas, porque tengo cantidad para un libro.

La vez que por patosa perdí el conocimiento: Hace unos cuantos años (bastantes) jugamos un partido de baloncesto en pleno enero al aire libre. No sé si os ponéis en situación pero la equipación de baloncesto es bastante veraniega y no puedes llevar guantes (obviamente). En pleno partido en uno de los contrataques yo me tropecé (hasta aquí típico yo) y mis grandes dotes de estabilización hicieron que no llegase a poner las manos para frenar la caída. Lo siguiente que me acuerdo es despertar en el banquillo con un dolor terrible en el pómulo. Había frenado el golpe con la cara y con el consecuente moratón y perdida de conciencia.

La vez que hice el ridículo por bocazas: Os pongo en situación:  Inglaterra, yo de Erasmus en un pueblo de solo estudiantes y me apunto con una amiga al mismo gimnasio que todo el mundo, imaginaros el espectáculo, el 75% de los abonados estudiantes, y encima la mayoría eran de mis clases de economía. Y entre ellos se encontraba "el buenorro", no sabíamos como se llamaba así que lo apodamos así. Y qué pasó, que nos tomamos la libertad de llamarle así en su cara, total nadie nos entendía. Que si mira que camiseta lleva el buenorro, que si has visto que bíceps tiene el buenorro... así todo el rato durante meses y en su cara en voz en grito. Gran momento en el cual se me acerca mientras entreno y me pregunta qué si soy española, en mi vida he deseado tanto que me tragase la tierra como en el momento que descubrí que él el año anterior había estado todo el año anterior trabajando en Madrid y hablaba español perfectamente, es más puntualizó que lo entendía mejor (no he pasado más vergüenza en mi vida). Al final no acabó tan mal la cosa y nos acabó invitando a su cumple.

La vez que un pedo casi me deja K.O: Que conste que lo entiendo, que soy la primera que se pone nerviosa antes de las carreras y tiene que ir a hacer pis hasta tres veces. Pero en serio yo no sé que toma la gente antes de las populares, pero el olor de un pedo de corredor es lo peor del planeta tierra. Es incomprensible que el cuerpo humano se capaz de generar por sí solo un olor tan nauseabundo y me estoy refiriendo a algo peor que el pedo de proteína, muy característico y  difícil de soportar. El año pasado justo antes de la carrera de la Melonera en Madrid creí morir, había conseguido un muy buen puesto en la línea de salida cuando alguien "aireo". Entre que olía a rayos y que soy muy bajita en comparación con el resto de corredores (me empeño en seguir corriendo a pesar de que tengo el cuerpo antónimo a un corredor, soy bajita, jamona y culona, lo cual está muy bien para bailar, pero para correr no) me tuve que salir a un lado. El aire puro no llegaba a mis pulmones y me empecé a marear un montón.


Mis mallas traicioneras: Muchos no me conocéis pero entre que hago muchas sentadillas y soy genéticamente propensa a tener el culo gordo tengo un serio problema con los leggings deportivos. Gracias a mis generosas posaderas y mi pequeña cintura, es complicado encontrar mi  talla perfecta de mallas. Consecuencia se me han roto ya los leggings entrenando al menos 4 veces. Siempre obviamente en el punto más adecuado, la raja del culo, y llevando la ropa interior más sutil (tanga). De las cuatro veces que ya me ha pasado me quedo con dos donde pasé realmente vergüenza: 
  1. La primera vez: Cuando te pasa algo rídiculo por primera vez, se pasa mal. Os pongo en situación, "squat rack" concentradísima en realizar una sentadilla profunda con bastante peso, en la sala solo hombres, María se sitúa para bajar y sonoro rasss, adiós costuras y tierra cómeme que ya estás tardando.
  2. En plena carrera: Ya os lo conté, pero en septiembre corrí la Eternal Running invencible en Aldea de Fresno (es una carrera de obstáculos) cual fue mi horror en el km 1 cuando un hombre me adelantó gritando: "Amiga llevas todo el culo al aire". Tenéis la crónica aquí. 
La verdad que es que tengo tantas anécdotas ridículas que si me pongo no paro. Sobre todo porque hay hombres realmente curiosos ligando en el gimnasio. Pero no quiero cansaros. Quien sabe igual un día hago una entrada sobre ello.
Porfiplease no os canséis de leerme, compartir y sugerir temas de los que hablar...
Tomaros la semana con alegría y... FELICES AGUJETAS!!!!


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