Hace mucho tiempo que no hago una crónica de una carrera así que mientras intento asimilar que me pasa en el pie (espero que no sea nada), os dejo mi crónica de la media maratón de la Latina.
Fue una media maratón (21 kms) muy frustrada y dura, no estoy nada contenta con mi resultado (2 h) y que encima me ha dejado una rozadura en la espalda y un pie pocho. Pero al lío.
"Me levanto a las 8:00 de la mañana la verdad es que tengo ganas, la Media de la Latina fue mi primera Media Maratón en el 2014 y me encanta, además la organización de momento no ha defraudado, se nota que son corredores (https://www.adcorebo.org/)
De cara a la maratón tengo que correr 2 kms antes, así que me dispongo a hacerlos, en ayunas todo esto no vaya a ser que mi estómago me vuelva a traicionar.
Uff que nervios 9:15 mochila en ropero y 2 kms en mis piernas, saludo a amigos y me dispongo a ir a la salida, hay que ver lo que me gusta el ambiente de esta media, caras conocidas, no demasiada gente (el perfil de la carrera con unas cuestas alucinantes asusta) y encima tengo equipación del DT1 nueva. Tomo un par de almendras de cara a evitar bajada de azúcar y me dispongo a prepararme mentalmente (básicamente calmar mis nervios precarrera, da igual cuantas veces lo haga que me pongo atacaíta).
Y entonces mis ganas aumentan todavía más cuando se me acerca una chica que no conozco de absolutamente nada a darme ánimos, es también diabética y esta empezando a correr, hoy está de voluntaria. Me trago un par de comentarios sobre mi culo y mis pantalones (no entenderé nunca el porqué tengo que aguantarlo, pero en fin...son pantalones de corredora de equipación no voy vestida de stripper) y comienzo.
Me pego al globo de 1' 45 los primeros 3 kms estoy on fire y sé que me va a pasar factura después, pero bueno ya vendrán las cuestas arriba.
Y entonces me empieza a sonar el móvil, adiós globo y adiós música (terror!!! 😓😓😓), es mi novio que pregunta que si ya he pasado por debajo de su casa, entre resoplos respondo que sí que hace 1 km, que voy lanzada y que le veo en meta.
Gracias a Dios, Spotify vuelve a funcionar y paso el km 5 sin problemas, bebo un poco de agua (hay que ver lo bien que están organizados los avituallamientos en esta carrera). Después de pasar la primera subida sin problemas decido pegarme al globo de 1h 50 y me vengo arriba al ver a un corredor ciego con su guía, si el puede yo también y me dispongo a enfrentarme a la primera cuesta mortal, la de entrada a la Casa de Campo (el año pasado tuve que parar de lo empinada que es).
¡¡¡¡ Cuesta superada y sin problemas!!!!
Después de la cuesta decido parar en el avituallamiento de 10 kms aunque implique perder el globo y así poder beber el aquarius sin tirármelo encima y evitar hipoglucemias (estoy practicando esto de los avituallamientos de cara a la maratón). Sigo corriendo y mi cuerpo me da un aviso, no va a ser suficiente con el vaso de bebida y voy a necesitar algo de glucosa (pues nada gominola pal buche).
Y entonces empieza lo duro.
Voy entre el globo de 1h50 y 55 y me empiezan a pesar mucho las piernas, me noto extremadamente lenta, mi cabeza quiere ir más rápida pero mis piernas no, empiezan las interminables subidas y me coge el globo de 1h 55. Por favor, ¿qué le pasan a mis piernas? ¿sino me duelen, porque no tiran?. Me empiezo a rallar y a darle vueltas a todo, habré descansado poco, será el correr sin desayuno, voy a poder acabar así un maratón... y encima me empieza a escocer la rozadura del sujetador de la espalda. Y pasado el km 15 me coge el globo de 2h, me desanimo mucho, ¿en serio, 2 horas?, en ese momento me planteo seriamente dejarlo, abandonar, y sigo en esas hasta el km 17. Cuando mi espíritu de guerrera por fin reacciona. ¿En serio voy a abandonar a 4 kms de la meta, y la maratón qué? Vale que voy lenta, pero quitando la rozadura voy bien.
Y entonces le planto cara a la cuesta Aisa, pisada tras pisada, sólo me quedan 3 kms y me esperan en menta (entonces me hacen esta foto con cara de mala leche).
Pienso llegar a meta, me esperan allí y tengo hambre.
Me quito los cascos y corro cuesta arriba los últimos 2 kms. Al ritmo de gente diciéndome que ya estoy llegando y ánimo guapa consigo sprintar en menta.
Ya está, la octava media maratón en mis piernas, he podido con ella.
Y me paro, está vez sin lágrimas de emoción, sino enfadada con mis piernas y entonces... HORROR!!! Me da un pinchazo en la planta del pie. De repente ya no puedo andar, descalza de un pie recojo mi mochila y saludo a mis amigos, un alivio poder hablar con gente que te conoce.
Muchas emociones en ese momento recorren entonces mi cabeza; orgullo, de acabar a pesar de todo; enfado con mis piernas y me falta de descanso; miedo, por que no puedo apoyar mi pie; hambre, por lo menos tengo la glucosa perfecta.
Menos mal que Rodrigo está en meta, y me hace volver a la calma, aunque él no es consciente y lleva un buen rato esperándome".
Hasta aquí mi crónica de la Media de la Latina. No siempre salen las cosas bien, pero es parte del viaje. Lo importante es continuar con cabeza.
Os veo la semana que viene, ya sabéis, leed, compartid....
Y.............FELICES AGUJETAS!!!!
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